Las actividades musicales en la escuela, gustan mucho al niño, ya que éste vive dentro de un mundo rítmico, sonoro, en fin, musical. Estas actividades contribuyen a despejar su mente.
El enseñar
canciones entraña el uso de variados y estimulante recursos didácticos para que
el niño las cante con interés y entusiasmo, alcanzando así los objetivos que se persiguen.
Conceptos Educativos Musicales
Su comprensión ayudara al maestro de aula a realizar su labor
de una manera más efectiva.
Cualidades del sonido: son las características sonoras que
trae cada sonido de manera inseparable, las cuales se perciben al escucharlo.
Estas son:
Altura: se
refiere a la condición de ser más alto (agudo) o más bajo (grave).
Intensidad: se refiere a la mayor o menor
fuerza con que se produce el sonido. Éste puede ser: suave, fuerte, creciendo,
y disminuyendo.
Timbre: característica de las voces humana,
instrumentos y objetos, que permiten que se distingan unos de otros.
Duración: se
determina por lo corto o largo que sea un sonido en cuanto al tiempo que lo escuchamos.
Los juegos y las
canciones son de por si, divertidos y estimulantes, que si se eligen
adecuadamente, pueden aumentar su efecto sobre el desarrollo personal de
los pequeños. ELENA VILLALBA,
subdirectora de la ESCUELA ESPAÑOLA del
desarrollo TRANSPERSONAL, hace referencia de que los juegos y las canciones son
una de las herramientas claves que se emplean en la educación inicial, la cual no solo se centra en el desarrollo de
las dimensiones intelectuales, sino que
además atiende las dimensiones físicas,
creativas, y espirituales del ser
humano.
Recomendaciones elementales para el desarrollo
del canto en el aula.
El maestro debe:
Ver todos los niños mientras canta para poderlos controlar.
Procurar la atención hacia ellos antes de empezar la
actividad.
Al iniciar tener una actitud que demuestre que va a empezar.
EL gesto para el inicio debe ser claro y preciso, para evitar indecisiones.
Hacer pulsos continuos
y equilibrados, mientras los alumnos
cantan. El que dirige no debe detenerse.
Hacer el corte final claro y preciso, para que todos puedan
terminar al mismo tiempo.
Evitar cantar con los alumnos mientras estos los hacen, para
poder apreciar como lo están haciendo. Hacer los ejemplos de articulación,
dicción, entonación, ritmo, etc., de manera perfecta, para que el grupo lo
pueda imitar correctamente.
Folleto del cuarto taller –curso
Producción, uso y evaluación del
material didáctico
Proyecto Integrado de Desarrollo
Educativo (PIDE)
Septiembre 1982.
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