jueves, 6 de junio de 2013

Actividades Musicales En La Escuela.




Las actividades musicales en la escuela, gustan mucho al niño, ya que  éste vive  dentro de un mundo rítmico, sonoro, en fin, musical.  Estas  actividades contribuyen a despejar su mente.
 
El enseñar canciones entraña el uso de variados y estimulante recursos didácticos para que el niño las cante con interés y entusiasmo,  alcanzando así los objetivos  que se persiguen.



Conceptos Educativos Musicales

Su comprensión ayudara al maestro de aula a realizar su labor de una manera más  efectiva.

Cualidades del sonido: son las características sonoras que trae cada sonido de manera inseparable, las cuales se perciben al escucharlo.
Estas son:
Altura:   se refiere a la condición de ser más alto (agudo) o más bajo (grave).
Intensidad: se refiere a la mayor o menor fuerza con que se produce el sonido. Éste puede ser: suave, fuerte, creciendo, y  disminuyendo.
Timbre: característica de las voces humana, instrumentos y objetos, que permiten que se distingan unos de otros.
Duración:   se determina por lo corto o largo que sea un sonido en cuanto al tiempo  que lo escuchamos.
 Los juegos y las canciones  son de por si,  divertidos y estimulantes, que si se eligen adecuadamente, pueden aumentar su efecto sobre el desarrollo personal de los  pequeños. ELENA VILLALBA, subdirectora de la ESCUELA ESPAÑOLA  del desarrollo TRANSPERSONAL, hace referencia de que los juegos y las canciones son una de las herramientas claves que se emplean en la educación inicial, la  cual no solo se centra en el desarrollo de las dimensiones  intelectuales, sino que además  atiende las dimensiones físicas, creativas, y espirituales  del ser humano.

 Recomendaciones elementales para el desarrollo del canto en el aula.

El maestro debe:
Ver todos los niños mientras canta para poderlos controlar.
Procurar la atención hacia ellos antes de empezar la actividad.
Al iniciar tener una actitud que demuestre que va a empezar. EL gesto para el inicio debe ser claro y preciso, para evitar indecisiones.
Hacer  pulsos continuos y equilibrados,  mientras los alumnos cantan. El que dirige no debe detenerse.

Hacer el corte final claro y preciso, para que todos puedan terminar al mismo tiempo.
Evitar cantar con los alumnos mientras estos los hacen, para poder apreciar como lo están haciendo. Hacer los ejemplos de articulación, dicción, entonación, ritmo, etc., de manera perfecta, para que el grupo lo pueda imitar correctamente.
   
Folleto del cuarto taller –curso
Producción, uso y evaluación del material didáctico
Proyecto Integrado de Desarrollo Educativo (PIDE)
  Septiembre 1982.
    

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